jueves, 28 de julio de 2005

Tranquilidad

Hoy todo estaba tranquilo, solo una leve brisa se dedicaba a mover grácilmente la hierba de aquel extenso campo y no había más sonido que el de los pájaros revoloteando por el cielo. Hoy el sol bañaba con su luz aquel campo repleto de tranquilidad y solo el Sol ere testigo de que el día anterior esta tranquilidad fue truncada por el entrechocar de las armas de una violenta batalla.

El gran astro no lograba entender porque, aquellos que se consideraban racionales, se peleaban por un pedazo de tierra que nunca iban a ocupar. Mientras que vigilaba su campo preferido pensaba que el ser racional no se daba cuenta que quien mandaba era su madre. Si su madre se enfadaba todo lo que estaba a sus pies se estremecía, si se enojaba todo volaba por los aires, su poder de destrucción era mayor que cualquier arma que pudiera usar el hombre, pero por fortuna para el, La Madre Naturaleza no solía llegar a esos extremos.

Con estos pensamientos el Sol dejo paso a su hermana, para que pudiera disfrutar de la tranquilidad de aquel campo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...
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