martes, 7 de febrero de 2006

El agobio de la camisa arácnida

¡Malditas camisas de cuello largo! No me dejan respirar libremente, se agarran a mi cuello como si fueran una segunda piel, ¡Y no me gusta! Las detesto. Encima la que llevo puesta esta hecha de esa extraña tela que hace que mi piel se torne colorada, como si una araña me hubiera picado. Si, estas perversas camisas son lo más parecido a esos endemoniados bichos de ocho patas que se quedan acechando durante días para conseguir algo de comida.

¡No me miréis así! ¡Es cierto! El parecido es increíble, pues las arañas usan finos hilos tejidos para cazar a sus presas, lo mismo que las camisas de cuello largo. Usan sus hilos para agarrarse a mi cuello e intentar bloquear el paso del oxigeno. ¡No lo puedo permitir! ¡Nunca más me volveré a poner una condenada camisa de cuello alto.

1 comentario:

Hugo C. dijo...

Pues yo lo que no aguanto son las mangas largas. Ese mismo tejido arácnido hace que se te peguen a los brazos y puaj!!!

PD: gracias por el link